top of page
flat5.jpg
bANNER TWITTER .png

B R I E F

“La visión aldeana ha sido subsumida por una perspectiva global, aún en los lugares más recónditos de un territorio, los procesos que llegan del exterior bajo la forma de mercancías, noticias, información o cultura, tensan y agitan la vida social existente en ellos. Atrás quedó la vida social lenta y rutinaria, ésta ha quedado sometida a las tensiones cuyo origen se encuentra en otros lugares del mundo.” 

(Llanos - Hernández, 2010).


En efecto, las dinámicas en los territorios son intervenidos por procesos exteriores que de alguna forma se adoptan por poblaciones locales, no siempre en un marco de beneficio para todas las personas que los habitan. En este ajetreo de la hora vida global, aderezada por las particularidades de las diversas regiones, la posesión de la tierra continúa siendo un punto de conflicto. Es a partir de la tenencia de la misma, que se aglutina el mosaico de manifestaciones dependiendo de los intereses que se representan, y a partir de ahí, la misma “identidad territorial”  (GIMÉNEZ, Ibíd: p. 38) muta, de un otrora territorio de vida, hacia una lucha encarnizada en defensa de la misma frente a la eminente desigualdad territorial.

 

Es indispensable impulsar las acciones necesarias para identificar y garantizar la restauración de los llamados “bienes comunes”, así como el respeto y protección a la extensión territorial donde se desarrollan los mismos, incluyendo los territorios de los pueblos indígenas, y toda la riqueza y conocimiento que ahí se preserva. Reducir la desigualdad territorial debe ser un factor estratégico rumbo al pleno desarrollo de una nación. En este sentido, la identificación de los actores comunitarios y/o individuales que inciden positivamente con sus acciones en territorios específicos, debe ser reconocido como un bien común de alto valor para el logro de la reducción de la desigualdad territorial. La concentración de grandes territorios en pocas manos trae un desequilibrio evidente no únicamente en lo que respecta a la posesión de las tierras, sino respecto a todas las dinámicas que en ellas se gesta. Los territorios deben ser plurales, equilibrados y seguros, evitando así, un futuro desastroso.

TERRITORIES

"The rural vision has been subsumed by a global perspective, even in the most remote places of a territory, the processes that arrive from the outside in the form of merchandise, news, information or culture, tense and agitate the social life existing in them. Gone is the slow and routine social life, it has been subjected to tensions whose origin is found in other parts of the world".  (Llanos - Hernández, 2010).   

Indeed, the dynamics in the territories are intervened by external processes that in some way are adopted by local populations, not always in a framework of benefit for all the people who inhabit them. In this hustle and bustle of global life, spiced by the particularities of the various regions, land ownership continues to be a point of conflict. It is from the tenure of the same, that the mosaic of manifestations is agglutinated depending on the interests that are represented, and from there, the same "territorial identity" (GIMÉNEZ, Ibid: p. 38) mutates, from a once territory of life, towards a fierce struggle in defense of the same in the face of the eminent territorial inequality.

 

It is essential to promote the necessary actions to identify and guarantee the restoration of the so-called "common goods", as well as the respect and protection of the territorial extension where they are developed, including the territories of indigenous peoples, and all the wealth and knowledge that is preserved there. Reducing territorial inequality must be a strategic factor towards the full development of a nation. In this sense, the identification of community and/or individual actors that have a positive impact with their actions in specific territories should be recognized as a common good of high value for the achievement of territorial inequality reduction. The concentration of large territories in the hands of a few brings about an evident imbalance not only in terms of land ownership, but also with respect to all the dynamics that take place in them. Territories must be plural, balanced and secure, thus avoiding a disastrous future.

bottom of page